Francisco Pulido Martín
El nacimiento de una PYME parte de la concreción de una idea original y competitiva en el mercado. El siguiente paso en la aventura emprendedora es concebir la marca. Con la marca se logra la distinción y categorización de las acciones llevadas a cabo por la empresa. No hay soluciones mágicas para acertar con el nombre que se designa a una marca, pero sí hay ciertas estrategias y técnicas de marketing que ayudan a minimizar los riesgos y potenciar las posibilidades de éxito de este activo. Uno de los más importantes y valorados de un negocio.
Marca hace referencia tanto al nombre de la empresa como al producto. Estas dos pueden coincidir o no. Lo fundamental es que cuando el gestor o emprendedor de una PYME decida su posición en el mercado se decante por una seña distintiva. Así es posible competir mejor en el mercado.
Existen muchos teóricos y empresarios que han reflexionado acerca de la mejor forma de denominar a la marca. De estos se han derivado diversas teorías, leyes y estrategias. Conociendo las experiencias ajenas es posible solventar las inquietudes de quien tiene una buena idea pero no sabe el mejor camino para garantizar su éxito. En el fondo se trata de la plasmación de una idea en un concepto, logotipo, nombre; es decir, en una marca.
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Logos desarrollados por la consultora catalana Summa
Fuente: redacciones.wordpress.com |
La consultora Summa ofrece cuatro claves para la construcción de una marca. La idea, que debe ser poderosa, representar una idea clara y concreta en la mente de los clientes. La idea debe ser legítima, distintiva, verdadera, relevante, creíble y sostenible en el tiempo. La expresión de esa idea es el siguiente paso, según Summa. Y consiste en expresarla a través de todos los puntos de contacto de la empresa con sus audiencias. El siguiente paso es la cultura o interiorización de la esencia de la marca en todos los niveles de la empresa; es decir, que los trabajadores, gestores y proveedores actúen en consonancia con la proposición de valor que enuncia la marca. El último paso es gestionar de una forma estratégica la marca en el día a día de la empresa. Hay que tener en cuenta que cada acción, mensaje o decisión que se toma en el seno de la PYME es una oportunidad para dar credibilidad a lo que la marca quiere significar.