domingo, 26 de febrero de 2012

Ideas originales y baratas para hacer tu propio mostrador

Isabel Miranda Pinillos
El mostrador es uno de los elementos básicos de cualquier establecimiento comercial, como ya hemos mencionado en otras entradas. No sólo sirve para cobrar, sino que también es donde se establece la relación entre cliente y empleado, puede reforzar la imagen de marca de la empresa, conseguir una compra impulsiva de último momento… En fin, son muchas opciones. Por ello, las cualidades estéticas del mostrador pueden ser muy efectivas y, si además, pueden conseguirse a bajo precio, mejor. Sería el caso de la siguiente imagen, donde haciendo un mosaico con botones pegados, se consigue llamar la atención y una imagen fresca, divertida.

Mostrador con una fachada frontal a base de botones pegados
Foto: www.shopdisplays.net

Otra opción también muy original es la de hacer un mostrador creando la estructura con libros reciclados, un sobre otro. Es lo que hicieron en la Universidad Tecnológica de Delft en Holanda tras un incendio en el que muchos libros quedaron ilegibles. Eso sí, debieron tener muy en cuenta el grosor y ancho de los libros para que no se desequilibrara la estuctura, con una tabla de madera debajo y un cristal en la parte superior.

Mostrador hecho con libros reciclados
Foto: www.guiadecoracion.es
Ikea tiene muchos muebles que pueden utilizarse de mostrador, y están a muy buen precio. Para personalizarlos se puede pintar sobre ellos o poner vinilos así como en la parte que quedará de cara al público, ya sea con el nombre de la empresa o con motivos relacionados con el espíritu o tema de la tienda. Si se va a recurrir a esta opción, es recomendable incluir un cristal en la parte superior, ya que podría arañarse o dañarse con cierta facilidad y, de esa forma, se puede evitar. 

Para hacer un mostrador con muebles de Ikea (o similar) también se pueden elegir dos muebles de diferente altura, uno para la actividad de los empleados, donde se cobrará, y otro al lado, más bajo, donde se pongan sobre él diversos productos, distribuidos de forma estética, para su exposición. Alguna vez hemos visto esta opción en pequeñas pastelerías, donde en el mostrador más bajo hay “queseras” con pasteles llamativos o de colores con los que tentar a los niños (que puedan ver, pero no tocar).

Para los que prefieran algo más austero, siempre está la opción de un mostrador a un solo color, acorde al color con que esté pintado el local, añadir quizá el nombre de la marca y dejar que la atención recaiga sobre la pared de detrás.

Mostrador austero, a un color y con el nombre de la empresa
Foto: www.studiovoltaire.org
Conseguir un toque diferente con el mostrador también puede alcanzarse mediante un mueble antiguo. El precio, eso sí, puede subir un poco, aunque dependerá de si se va a anticuarios o a mercadillos y del estado en que se encuentre. Y es que últimamente estamos viendo como, cada vez más, aunque algo no esté en perfecto estado, los establecimientos lo usan como una manera de conseguir un toque vintage.


Mostrador antiguo
Foto: sewlovedbyyou.blogspot.com
Para aquellos que prefieran mostradores acristalados que muestren productos, un último consejo: es mejor agruparlos por colores o con alguna forma original o simétrica, al ser más visual, llamará más la atención y conseguirá que la vista de los clientes se fije en los productos.

1 comentario:

  1. ¿Nos podrían decir aproximadamente el precio del producto?

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